Flujo reducido: Si notas que el caudal de agua es más bajo de lo habitual al abrir grifos o duchas, podría indicar obstrucciones internas, desgaste de impulsores o pérdida de presión en tu bomba.
Ruidos inusuales: Escuchar zumbidos, chirridos o golpes mientras la bomba está en funcionamiento suele ser señal de desalineación, cojinetes desgastados o cavitación en el equipo.
Vibraciones excesivas o fugas: Si la bomba vibra más de lo normal o presenta fugas de agua en sellos y conexiones, es probable que existan holguras en el eje, sellos mecánicos dañados o tuberías flojas que requieren atención inmediata.